La aparición de billetes falsos representa un riesgo para los ciudadanos al efectuar transacciones en efectivo, especialmente si se trata de billetes de alta denominación, lo cual preocupa tanto a comerciantes como a dueños de negocios.
Ante el creciente y constante problema de la circulación de billetes falsos, el Banco de la República ha lanzado una serie de recomendaciones que las personas pueden seguir para comprobar la autenticidad de su dinero, y específicamente, de los billetes de 50.000 pesos:
- Toque: el Banco de la República diseña e imprime sus billetes con detalles en alto relieve que coinciden con la tinta, como las firmas de los gerentes, algunos textos, el valor escrito, los números en braille, entre otros.
El de 50.000 pesos, además, tiene relieve en el rostro de Gabriel García Márquez y su figura de pie, en las seis líneas diagonales en los bordes laterales y en el nombre común y científico del colibrí. Si el billete es completamente liso, lo más probable es que sea falsificado.
- Gire y observe: los billetes auténticos muestran cambios de color e imágenes ocultas en algunos detalles al ser observados desde diferentes ángulos. El de 50.000 pesos, por ejemplo, cuenta con una imagen de un colibrí que presenta un efecto de cambio de color, de verde a azul, y un círculo que se mueve en su interior. Asimismo, esconde la inscripción “BRC” al lado del retrato principal, que se revela si se observa desde la esquina inferior derecha, casi a la altura de los ojos.
- Levante el billete: uno de los trucos más conocidos para reconocer la autenticidad de un billete es observarlo a contraluz. Esto debería revelar imágenes escondidas, como retratos, imágenes coincidentes entre ambas caras del billete, y la cinta de seguridad, que dice “BRC” y tiene la silueta del caracol burgao.
- Revise: para asegurarse por completo de que sean originales, puede utilizar una lupa para comprobar la presencia de microtextos en algunas figuras del billete, así como luz ultravioleta para observar la fluorescencia presente en algunas baladas, microtextos y figuras, como el caracol burgao.
Fuente: MiOriente.com